Por allá llegué. Y
en esa esquina me senté a tomar un café y dos cigarrillos. Quizás fueron tres.
Después me fui a cagar, para sacarme toda la mierda de encima. Me acerqué pura caminando al sol, y decidí sentarme a tomarlo. Y me helé. Sería que estabas por
llegar…
Llegaste. Y te
fuiste.
Aunque yo creo que
nunca llegaste.
Los que llegan
siempre se quedan.
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